Las alteraciones del peso, tanto por exceso como por defecto, se relacionan frecuentemente, tanto causa como consecuencia, con diversos problemas que a su vez pueden estar relacionados con esterilidad. Una obesidad importante o un aumento rápido de peso junto a unas reglas irregulares nos pueden indicar la existencia de un síndrome de ovarios poliquísticos o de un hipotiroidismo. Ambos son una causa frecuente de esterilidad y son fácilmente tratables si se diagnostican correctamente. El sobrepeso en el caso de los ovarios poliquísticos afecta también a los resultados de cualquier tratamiento, debido a que en este caso la obesidad es tanto causa como consecuencia de los transtornos secundarios a la alteración de los ovarios.
A veces el simple hecho de perder unos kilos de más puede ser suficiente para recuperar la fertilidad, pero incluso cuando se requiere de técnicas de reproducción asistida, el corregir un exceso de peso aumenta las tasas de éxito de cualquier técnica.
Por el contrario, también una delgadez excesiva o una pérdida rápida de peso pueden estar relacionados con un problema de anovulación y esterilidad. Por un lado porque detrás de ambos puede haber un problema de hipertiroidismo o de una práctica deportiva excesiva. Pero además, independientemente de la causa de la pérdida de peso, el cuerpo de la mujer necesita de un peso y unas reservas mínimas para hacer frente al esfuerzo metabólico que supone una gestación. los últimos estudios parecen apuntar la idea de que la menarquia, es decir, la primera regla, no llega a una edad determinada sino cuando el cuerpo de la niña alcanza determinada masa corporal.
Por ello en los últimos siglos venimos asistiendo a un progresivo adelanto de la edad de la menarquia gracias a una mejor alimentación en el periodo infantil. La masa corporal que se tiene en dicho momento marca de forma aproximada el umbral de lo que el organismo necesita para afrontar una gestación.
Cuando debido a un problema de anorexia nerviosa o a otra causa cualquiera la masa corporal de la mujer desciende por debajo de dicho umbral es fácil que el organismo no se vea capacitado para afrontar las necesidades de un embarazo y suspenda las ovulaciones y la actividad ovárica.
El Índice de masa corporal o IMC (en inglés BMI: Body Mass Index) se calcula con la siguiente fórmula: IMC = peso (en kg) / altura2 (en metros). Aunque no existe un IMC ideal para todas las mujeres ya que éste varía con la edad o con la estructura corporal aunque sí hay un rango de normalidad que oscila entre 20 y 25. Un IMC por encima de 30 indica obesidad y puede influir en la fertilidad, especialmente si se tiene un síndrome de ovarios poliquísticos. Igualmente un IMC inferior a 18 puede ser la causa de una amenorrea por anovulación.
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Hace 14 años
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