Prácticamente ninguno. Tras los veinte o treinta minutos de reposo tras una inseminación artificial o una transferencia embrionaria se puede reanudar una vida absolutamente normal, incluyendo la actividad laboral o las relaciones sexuales. Cualquier cambio en las rutinas habituales no aumentará las posibilidades de embarazo y sí supondrá una mayor ansiedad en ese difícil tiempo de espera hasta saber si el tratamiento ha sido exitoso o no.
Los agentes teratógenos como las radiaciones ionizantes, algunos tóxicos laborales, determinados fármacos, etc. que deben evitarse durante el primer trimestre del embarazo por el riesgo de producir malformaciones en el embrión deben evitarse también en este momento, pero es importante señalar que si por alguna causa no pueden ser evitados, el riesgo durante estas dos semanas es de producir un aborto, nunca de ocasionar malformaciones embrionarias porque el desarrollo de los distintos órganos del embrión todavía no ha comenzado.
El consumo de café debe reducirse a una o dos tazas al día y es el momento adecuado para dejar de fumar. Una vez instaurado el embarazo no tomar nada de alcohol y, sobre todo, no consumir cocaína que es el tóxico más perjudicial para el desarrollo del sistema nervioso del embrión.
Criopreservación embrionaria en pacientes con riesgo elevado de
hiperestimulación ovárica grave: resultados clínicos
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La efectividad de la congelación embrionaria en pacientes con riesgo
elevado de desarrollar un síndrome de hiperestimulación ovárica grave, ha
sido evaluad...
Hace 14 años
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